El puerperio es una etapa fundamental después del parto, en la que tu cuerpo experimenta una serie de
cambios físicos, emocionales y hormonales. Se presentará sangrado transvaginal (loquios) cambiando de
características según pasan los días y que durarán entre un mes y 6 semanas aproximadamente,
independientemente de si se trata de parto vaginal o cesárea. No olvides las toallas femeninas en la
maleta que lleves al hospital.
La alimentación juega un papel importante en esta etapa. Se recomienda que sea una dieta variada, rica
en proteínas, vitaminas y minerales, tomar abundantes líquidos ―mínimo 2 litros al día― con el fin de
favorecer la digestión y la lactancia; evitar alimentos o bebidas estimulantes como café o té. El
estreñimiento es frecuente, por eso se recomienda la ingesta de alimentos ricos en fibra y probióticos.
Después del alta hospitalaria es necesario que sigas algunas recomendaciones; una de las más
importantes es la higiene y cuidado de la herida. Hay que tomar en cuenta que a pesar de que en el
parto no se realiza una incisión, se pueden presentar pequeños desgarros a nivel vaginal causados por el
paso de la cabeza del bebé en el alumbramiento; por tal motivo debes limpiar la herida con agua y jabón
neutro, y secar con suavidad.
En caso de cesárea, es importante mantener la herida quirúrgica limpia y seca, y cubierta. No retirar los
puntos hasta que el médico lo realice en la consulta de control posterior, usar ropa holgada y faja
abdominal.

En cuanto a la movilización, no puedes cargar objetos pesados, pasar mucho tiempo de pie o sentada, y
se sugiere caminar 15 minutos aproximadamente después de cada comida. Evita actividades que
impliquen presión pélvica o inmersión en agua como baños de tina, jacuzzi o nadar.
Durante esta etapa iniciarás con la lactancia; debido a la demanda que implica se hace énfasis en el
cuidado de las mamas. Usa sujetadores adecuados para lactancia, se pueden llegar a utilizar pezoneras.
En el caso de aparecer congestión en las mamas, se puede aplicar calor local o duchas de agua caliente,
acompañándolo de masajes para evitar la obstrucción de los conductos galactóforos y la aparición de
mastitis.
Será necesario acudir al médico en caso de que presentes fiebre (temperatura corporal a partir de 38
o C); flujo vaginal con mal olor; si la herida se pone roja, caliente, hinchada, duele más o drena contenido;
si las mamas están más duras, enrojecidas y duelen.
Dr. Guillermo Castellanos Barroso
Ginecología y Obstetricia, Biología de la Reproducción Humana
Hospital Angeles Puebla
Torre ll Especialidades, Consultorio 3635
Tel: 222-283-9896





