La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad metabólica caracterizada elevación de la glucosa –azúcar– en la sangre, resultante de la falla en la secreción o en la acción de la insulina, o ambas.
Existen varios tipos de diabetes:
- DM tipo 1: existe una deficiencia parcial o completa de insulina por un proceso inmunológico; se desarrolla en la infancia y requiere aplicación de insulina desde el diagnóstico.
- DM tipo 2: el mecanismo por el cual se desarrolla es la resistencia a la insulina, quiere decir, se produce la insulina pero no actúa de forma adecuada en los tejidos. Este tipo de diabetes tiene carácter hereditario (padres o abuelos). La raza hispana es más prevalente, y los factores predisponentes como la mala alimentación, la vida sedentaria, el sobrepeso y la obesidad contribuyen a su expresión en cualquier edad incluso desde la infancia.
- DM gestacional: se desarrolla durante el embarazo.
En los niños los niveles elevados suelen manifestarse con un cuadro agudo de dolor abdominal y deshidratación, siendo un estado de urgencia y gravedad llamado cetoacidosis diabética. Sin embargo, suelen tener síntomas previos como pérdida de peso sin causa aparente, sed excesiva, aumento de la frecuencia urinaria y mayor apetito a lo habitual a pesar de la pérdida de peso.
Los niveles de glucosa elevados por tiempos prolongados dañan los vasos sanguíneos, que es lo que finalmente causa las complicaciones crónicas de esta enfermedad.
Medir la glucosa en la sangre es el método apropiado para diagnosticar cualquier tipo de diabetes. Hacer una determinación de la glucosa al azar con los aparatos portátiles llamados glucómetros nos da una idea bastante aproximada de los niveles de glucosa; sin embargo, la prueba ideal es medir estos niveles en sangre tomada de la vena y almacenada en un tubo específico con ayuno de 8 horas.
Estas pruebas están aprobadas de manera internacional como la mejor manera de diagnosticar diabetes en cualquier edad. Otras pruebas en sangre y en orina nos ayudan a confirmar el estado general del paciente y del daño que pudieron haber sufrido los órganos.
¿QUÉ PUEDO HACER SI MI HIJO/A PRESENTA DIABETES?
Las bases para el tratamiento de cualquier tipo de diabetes tanto en niños como en adultos son la dieta y el ejercicio.
En la diabetes tipo 1 el manejo será con insulina desde el diagnóstico. Los niños deben ser valorados por un especialista como el endocrinólogo pediatra para el control de glucémico y reducción de complicaciones, ya que una diabetes mal controlada puede causar problemas en el crecimiento y desarrollo normal.
El tratamiento debe ser vigilado por un equipo con conocimiento de esta enfermedad: el endocrinólogo pediatra, el nutriólogo, y el paciente que debe cooperar en todo momento con el tratamiento de su enfermedad. Esto puede ser difícil con los niños muy pequeños, así que la familia también forma parte del equipo y se encargarán de la vigilancia de la dieta, medicamentos, ejercicio y el cumplimiento de las valoraciones periódicas del pequeño.
Actualmente no existe una cura para la diabetes mellitus. Cuando los pacientes tienen este diagnóstico, es para toda la vida. Los niños que llevan un buen control y tienen un nivel normal de glucosa se considera que están “controlados” pero no curados. La enfermedad sigue ahí y por lo tanto el tratamiento debe continuar.
La diabetes puede pasar desapercibida por mucho tiempo ya que no causa molestias importantes hasta que los niveles de glucosa se encuentran muy elevados.


Autor Especialista |
---|
DRA. ANGÉLICA MARTÍNEZ RAMOS MÉNDEZ |
ENDOCRINÓLOGA PEDIATRA – EDUCADORA EN DIABETES |
· Universidad La Salle · Hospital Infantil de México “Federico Gómez” · Hospital Español · Miembro de la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología, Endocrine Society |
Dirección médica de Gulliver Clínica de Crecimiento |
Tel: 55-6386-1061 @clinicagulliver |
Si quieres pertenecer a nuestra comunidad con tips, frases, memes y experiencias en la vida de padres síguenos en Facebook e Instagram.👶🏻✨