La estimulación temprana es la atención especializada que se les da a los bebés en los primeros tres años de vida —que es cuando ocurre el máximo desarrollo de neuronas en el ser humano— con el fin de potenciar y desarrollar sus habilidades motoras, intelectuales, psicosociales y emocionales.
La estimulación temprana trabaja las cuatro áreas del desarrollo del niño:
1. Área Motora.
Se divide en dos: gruesa, que se enfoca en el movimiento, flexibilidad, fuerza, coordinación para lograr el desplazamiento, y la motricidad fina, que son los movimientos de coordinación mano-ojo que le permitirán el desarrollo de una serie de habilidades para la adquisición de la escritura y la lectura.
2. Área Cognitiva.
Es la que le permite al bebé comprender diversas situaciones que se le presentan utilizando su pensamiento lógico y crítico, el cual deberá ser estimulado a través de diversos juegos.
3. Área Socioemocional.
Los seres humanos somos entes sociales por lo que el bebé comienza a guardar información sobre las personas que lo cuidan. Empiezan a crear lazos afectivos demostrándolo con la sonrisa y con la imitación. En esta área también se estimula la regulación y comprensión de sus emociones a través de que el adulto lo provee de lo que requiere, así como el manejo de límites y reglas.
4. Área de Lenguaje.
Al relacionarse con los demás los bebés se comunican con su entorno utilizando las tres capacidades básicas: la comprensiva, la expresiva y la gestual. Es muy importante que los padres estimulen a su hijo utilizando cantos, diversos sonidos con diferentes ritmos; hablándoles de todo lo que sucede a su alrededor, narrándoles cuentos cortos utilizando imágenes grandes y coloridas. Hay que recordar que el lenguaje es una necesidad, por lo tanto, hay que generarla en el niño para lograr la expresión de sus necesidades, gustos, emociones.
Es importante entender que cada niño tiene su tiempo y que, de acuerdo a su entorno y las experiencias que vive, va ir logrando todas las habilidades que requiere para tener un desarrollo óptimo. La estimulación de estas habilidades se logra a través de un abanico de estrategias, actividades y juegos que favorecen el desarrollo integral del bebé.
Al mismo tiempo se apoya a los padres a identificar las etapas de desarrollo para conocer los cambios que deben esperar a medida que su hijo crezca; por ejemplo, es importante observar cómo responde el niño al contacto físico, los sonidos y los objetos de su entorno, lo que permite detectar señales de problemas de desarrollo.
Es importante entender que cada niño tiene su tiempo para ir logrando todas las habilidades que requiere en un desarrollo óptimo.


Autor Especialista |
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LIC. JEANETTE BARRERA CARMONA |
ESPECIALISTA EN EDUCACIÓN ESPECIAL, ESTIMULACIÓN TEMPRANA, LENGUAJE |
· Escuela Normal de Especialización · Docente en Centro de Atención Múltiple · Asesora de la Unidad de Educación Especial y Educación Inclusiva (UDEEI) |
CLÍNICA PEDÍATRICA PIGÜI DEL HOSPITAL ESPAÑOL SALA 4, CONSULTORIO 9 |
55-5203-5944 / 55-5255-2223 |
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