NÁUSEAS Y VÓMITO
Las náuseas y vómitos en el embarazo son frecuentes, pudiendo presentarlos hasta el 80% de las embarazadas. Suelen ser matutinos, y ocurren sobre todo durante los primeros tres meses de la gestación. Su causa es poco clara y ceden casi siempre al progresar el embarazo.
En la mayoría de los casos pueden ayudarte medidas generales como la ingesta de hielo, galletas saladas o té de jengibre y, de ser necesario, medicamentos recetados por tu médico.
El apoyo emocional también es muy importante para aliviar tu malestar.
Se llama “hiperémesis gravídica” cuando los vómitos en el embarazo son tan intensos que deshidratan y desnutren a la paciente. Se sospecha cuando hay una pérdida de peso progresiva en la embarazada. Su causa aún no es clara, pero intervienen factores hormonales como un nivel anormal de hormona producida por la placenta, factores alérgicos y también trastornos psicosomáticos. Su tratamiento requiere hospitalización para corregir las complicaciones de la deshidratación y la pérdida de electrolitos causadas por el vómito, administrando soluciones intravenosas. Se administran sedantes, ansiolíticos y en ocasiones vitamina B6. Puede considerarse la utilización de medicamentos contra el vómito. Se ha podido comprobar que el solo hecho del aislamiento del entorno familiar ayuda a la co-rrección del problema.
ANTOJOS
Debido a los elevados niveles de las hormonas, la embarazada presenta cambios en el sabor y el apetito, pues aparecen alteraciones en el pH de la saliva y sus enzimas. (Estas alteraciones también predisponen a la caries dental). La comida sabe diferente, huele diferente. Sentirás antojos que pueden ser de alimentos favoritos o, por el contrario, alimentos que normalmente no son de tu agrado.
AGRURAS
La pirosis (agruras) por ref lujo es cuando los alimentos y el jugo gástrico regresan al esófago. Durante el embarazo esto se debe a 3 situaciones: 1. Aumento de la f lacidez del estómago ocasionada por las hormonas. 2. Desplazamiento hacia arriba del estómago e intestinos por el incremento progresivo del volumen uterino. 3. Aumento de la presión dentro del abdomen.
Procura dormir con la cabecera algo levantada y nunca te acuestes inmediatamente después de comer. También ayuda el ingerir menos alimentos pero con mayor frecuencia, y evitar las comidas grasosas o irritantes. No uses ropa ajustada. Si la molestia es mucha, puedes tomar antiácidos según las indicaciones de tu médico.
ESTREÑIMIENTO
La embaraza presenta, asimismo, relajación de la musculatura intestinal lo que ocasiona estreñimiento o constipación. Como prevención y/o tratamiento del estreñimiento, es necesario que incrementes tu ingesta de fibras no digeribles, principalmente las contenidas en las frutas y verduras, salvado de los cereales y pan integral. Es importante reeducar el hábito de la defecación, acudiendo al baño todos los días si es posible a la misma hora y, preferentemente, después del desayuno. Consulta con tu médico si no mejoras, quien podrá indicarte el tratamiento adecuado.


Debido a los elevados niveles de las hormonas, la embarazada presenta cambios en el sabor y el apetito, pues aparecen alteraciones en el pH de la saliva y sus enzimas.
Autor Especialista |
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DR. ÁNGEL VÁZQUEZ PACHECO |
GINECÓLOGO, OBSTETRA Y MASTÓLOGO |
· Universidad Anáhuac · Especialista en cáncer de mama y cirugía laparoscópica e histeroscopia |
HOSPITAL ESPAÑOL HOSPITAL SAN ÁNGEL INN |
55-8880-5790 ext. 3158 |
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